DERECHO
A LA FELICIDAD.
La cuestión de la felicidad
es tan antigua como el hombre mismo y, además de Estados Unidos y ahora Brasil,
ya países como Francia, Japón y Corea del Sur han incluido esta palabra en la
propia Constitución! La felicidad es adoptada cada vez más por diversas naciones
como uno de los principales parámetros para medir el bienestar de una sociedad.
La Declaración de Independencia de Estados Unidos el 4 de Julio de 1776 recoge
el derecho a ser feliz como uno de sus principios fundamentales.(El 4 de Julio
de 1776), el Congreso de Estados Unidos aprobó la Declaración de Independencia,
su autor principal, Thomas Jefferson, escribió la Declaración como una explicación
formal de porque el Congreso había votado
el 2 de Julio para declarar la Independencia respecto a Gran Bretaña, más de un
año después del estallido de la Guerra de la Revolución de Estados Unidos, y
cómo la declaración anunciaba que las trece Colonias Americanas ya no eran
parte del Imperio Británico, El Congreso publicó la Declaración de Independencia
de varias formas. Inicialmente se publicó como un impreso en gran formato que
fue distribuido ampliamente y leído al público.
La Constitución de Estados
Unidos de América (1787) y la Carta de Derechos (1791) escrita en el Verano de
1787 en Filadelfia, la Constitución de Estados Unidos de América es la ley
fundamental del sistema federal estadounidense y es el documento histórico del mundo
occidental. Es la constitución nacional escrita más antigua en uso y define los
organismos principales del gobierno y sus Jurisdicciones, y los derechos
básicos de los ciudadanos.
Las primeras diez enmiendas
a la Constitución, la Carta de Derechos, entraron en vigor el 15 de diciembre
de 1791, limitando los poderes del gobierno federal de Estados Unidos y
protegiendo los derechos de todos los ciudadanos, residentes y visitantes en
territorio estadounidense.
La Carta de Derechos protege
la libertad de expresión, la libertad religiosa, el derecho detener y portar
armas, el derecho de reunirse y la libertad de petición. También prohíbe la búsqueda
e incautación irrazonable, el castigo cruel e inusual y la autoincriminación obligada.
Entre las protecciones legales que brinda, la Declaración de Derechos le
prohíbe al Congreso pasar ninguna ley respecto al establecimiento de religión y
le prohíbe al gobierno federal privar a cualquier persona de la vida, libertad
o propiedad sin el debido proceso legal. En casos criminales federales se requiere
de una acusación por un gran jurado, por cualquier delito capital, o crimen
reprobable, garantiza un Juicio público rápido con un Jurado imparcial en el
distrito en el cual ocurrió el crimen y prohíbe el doble enjuiciamiento.
Filosóficamente, la
declaración hace .énfasis en dos temas: derechos individuales y el derecho de
resolución. Estas ideas llegaron a ser ampliamente aceptadas por los
estadounidenses y también influenció en particular a la Revolución Francesa. La
Declaración de Independencia de los Estados Unidos, leída solemnemente en
Filadelfia, constituye todavía hoy uno de los textos más innovadores y
trascendentes de la historia contemporánea. En el quedaron proclamados dos
principios básicos que recogieron posteriormente los grandes textos sobre
derechos fundamentales: libertad, igualdad y felicidad. De acuerdo con ello,
los nuevos estados formaron una república, regida por un presidente y una
asamblea o congreso, elegidos ambos por todos los habitantes mayores de edad. Se
había instituido, pues, un régimen democrático, fijándose los derechos y
deberes de gobernantes y gobernados en una ley fundamental o Constitución.
En CONGRESO, 4 de julio de 1776.
La Declaración unánime de
los Trece Estados Unidos de América,
“Cuando en el curso de
los acontecimientos Humanos se hace necesario para un pueblo disolver los vínculos
políticos que lo han ligado a otro, y tomar entre las naciones de la tierra el puesto
separado e igual al que las leyes de la naturaleza y del Dios de esa naturaleza
le dan derecho, un justo respeto al juicio de la humanidad exige que declare
las causas que lo impulsan a la separación. Sostenemos como evidentes por si
mismas, dichas verdades: que todos los hombres con creados iguales; que son
dotados por su creador de ciertos derechos inalienable. Que entre estos están la
vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos
derechos se instituyen entre os hombres y los gobiernos, que derivan sus
poderes legítimos del consentimiento del gobernado; que cuando quiera que una
forma de gobierno se vuelva destructora de estos principios, el Pueblo tiene
derecho a reformarla o abolirla, e instituir un nuevo gobierno que base sus
cimientos en dichos principios, y que
organice sus poderes en forma tal, que a ellos les parezca más probable que
genere su seguridad y felicidad. La prudencia, claro está, aconsejará que los
gobiernos establecidos hace mucho tiempo no se cambien por motivos leves y
transitorios; y de acuerdo con esto, toda la experiencia ha demostrado que la
humanidad está más dispuesta a sufrir,
mientras los males sean tolerables, que hacerse justicia mediante la abolición
de las normas a las que está acostumbrada.
Pero cando una larga serie de abusos o usurpaciones, que persigue invariablemente
el mismo objetivo, evidencia el designio de someterlos bajo un despotismo absoluto,
el derecho de ellos, es el deber de ellos,
derrocar ese gobierno y proveer nuevas salvaguardas para su futura
seguridad.”
En el preámbulo se reconocen
el derecho a la vida, a la Libertad y a la Felicidad: es el primer documento
histórico en el que se reconocen los derechos humanos más fundamentales. Como
conclusión puedo decir que en realidad no sorprende que algunas constituciones declaren
el derecho a la felicidad de los individuos, pues es una garantía que deben
promover los estados democráticos.
En el marco legal, el
derecho a la felicidad no es un fin en sí mismo. Por el contrario, es una meta que
se conquista a través del cumplimiento de los derechos humanos. La Constitución
Mexicana de 1917 con todas sus reformas, no incluye el derecho a la felicidad.
Sin embargo, no significa que la ley actual ignore el derecho a la felicidad de
los mexicanos.
Y en esta tendencia
se ubica nuestra nación, que además de
su proyecto democrático, su constitución refleja un contenido de protección a
este derecho de todo ser humano en forma implícita, además del compromiso de
considerar todos aquellos derechos nacidos de las convenciones internacionales,
evidentemente todo ello para consolidar y privilegiar ese derecho de todo mexicano:
”La felicidad.”
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